“¿Por qué estoy interesado en el tema del liderazgo? En primer lugar, porque me preocupa México. Aquí vivo, aquí tengo a mi familia, mis negocios y pienso que algunos liderazgos no están a la altura del país que tenemos. México debería ser una gran potencia económica y sin embargo, estamos lejos de lograrlo. La riqueza de la juventud es nuestro mayor capital, el capital humano. Ellos son quienes pueden cambiar a México.”
Ricardo B. Salinas Pliego
Detrás de las grandes crisis también hay una crisis de liderazgo. En este documental, Ricardo B. Salinas Pliego advierte que México necesita un nuevo perfil de liderazgo para lograr el indispensable cambio cultural.
El liderazgo político es uno de los espacios más desprestigiados, provocando que la gente se aleje de la “cosa pública”. Por ello se requieren líderes que sean capaces de ver más allá de lo inmediato e imaginar cómo puede ser nuestro país. Tenemos grandes virtudes culturales, pero es urgente una transformación de mentalidad para encaminarnos en la ruta del éxito.
Para lograr ese cambio, el liderazgo es crucial. Tiene una gran importancia en la transformación de la realidad, ya que potencia la capacidad de la sociedad para mejorar su entorno. El éxito o fracaso de una empresa, de una organización, un gobierno o una nación, llegan a depender del juicio del líder. Sus decisiones tienen efecto en miles o incluso, en millones de personas.
En este contexto, las empresas se han convertido en una poderosa fuerza para lograr el cambio social, por el gran impacto que tienen en sus comunidades. Existe una mutua dependencia entre empresas, sociedad y gobierno, por lo que el éxito de las empresas refuerza a la sociedad y al sector público y viceversa, generando un círculo virtuoso.
Pero las empresas no pueden ser las únicas en esta transformación. La sociedad civil tiene que involucrarse más y participar en la creación de nuevos liderazgos políticos y sociales.
Hoy más que nunca necesitamos formar mexicanos con un alto valor educativo, dispuestos a tomar riesgos, a trabajar independientemente e innovar. En una generación se puede lograr el cambio cultural y los jóvenes son los únicos que lo pueden detonar. Con liderazgos adecuados, podremos lograrlo.
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México tiene todo para ser una gran potencia económica: territorio, recursos, ubicación geográfica y sobre todo, su mayor riqueza, el capital humano que representan sus jóvenes.
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Hay una falta crónica de liderazgos efectivos que aborden un cambio cultural profundo en México y el resto del mundo.
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Necesitamos líderes que sean capaces de ver más allá de lo inmediato e imaginar cómo puede ser nuestro país.
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Vivimos una crisis mundial debido a que las instituciones que han sido los pilares de la civilización moderna ─estado de derecho, democracia liberal, libre mercado y sociedad civil─ se están colapsando.
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Se debe hacer conciencia entre los padres de que el apoyo a los hijos debe tener un límite y exigencias.
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Potenciar el capital humano exaltando el talento y las capacidades de la gente, es el único camino para desarrollar a nuestro país.
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La formación de capital humano es esencial para el desarrollo. Debemos cambiar el modelo actual para formar personas que cuestionen la realidad y sepan razonar.
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Es urgente fomentar una cultura emprendedora y reducir los obstáculos para la creación de empresas. Es la única forma de generar riqueza.
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La responsabilidad social no se traduce solamente en obra filantrópica, son acciones que agregan valor a las comunidades para su bienestar y desarrollo.
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La educación musical es una poderosa herramienta para formar mejores seres humanos con valores como la disciplina, el trabajo en equipo y la búsqueda de la excelencia.
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La gente debe tener la opción de destinar directamente una parte de sus impuestos a proyectos de acción social de su interés.
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México merece ser un jugador de peso a nivel mundial y para ello, requiere un profundo cambio cultural.
